Al contemplar cada una de las imágenes que nos regala Sylvain Chomet con este filme, la idea de melancolía resuena por encima de todas. Melancolía por un tipo de animación que cada vez es mas difícil de encontrar y que se eleva a limites no conocidos en los últimos años.
Detrás de este sentimiento melancólico se vislumbra la película de Chomet, una cinta que nos descubre lo mas desolador y valioso de la vida, que nos muestra nuestro lado mas amable y egoísta, una preciosa historia encontrada en el baúl de los recuerdos de el maravilloso humorista francés Jacques Tati, una historia que nunca llegó a rodar, en la que un mago ambulante apadrina a una niña huérfana y trata, bajo cualquier precio, que siga creyendo en la magia a pesar de la edad adolescente de la joven, época de la vida en la que se descubren todas las verdades de esta y que se sitúa en el ocaso de los cuentos propios de la infancia.
Personaje principal, el del mago, que nos transporta a maravillosas películas del gran Tati, como “Mon Oncle” o “Les vacances de Mounsieor Hulot”, y que respira el mismo aroma que el gran personaje protagonizado por el mismo Tati, con su humor mudo equiparable a la grandeza de la enorme figura de Chaplin.
“L´Illusionniste” se convierte en una historia imperecedera, una isla desierta rodeada por océanos de furia salvaje, un cuento que nos muestra la verdadera naturaleza del ser humano, el cual destruye las pocas razones de esperanza que le quedan.
Magia verdadera, es la que vives al presenciar este filme, la misma que el ilusionista intenta mantener en el interior de la niña, la misma magia que expresa el gran trabajo de los animadores en cada una de las escenas que forman esta gran película, y que nos recuerdan que no debemos destruir un tipo de cine que nos llena de ilusión y magia cada vez que nos lo regalan.
No duden en disfrutar de este gran cuento.
Un saludo desde SOY BLOGGO
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